lunes, 11 de abril de 2016

Sois





Todos tenéis la sutil comisura
del beso escondido de Wendy.
Soy yo el Peter desencadenado
que ni busca, ni sabe, ni comprende,
ni atiende, ni mira... nunca quiere ver.

Sois fragmentos de piel perfecta,
una mirada tras el brazo, un gesto obsceno.
Sois constelaciones de mil cielos,
anfitriones del placer, perfiles quietos,
tesoros secretos, líneas de labios...

Sois brazo de refugio, manos de orgasmos,
exploradores ávidos de mi piel, sois descanso.

Sois anhelos inconclusos y sueños grandes,
engaños disolutos que tanto enseñan
a esta ingenua adulta que va de Circe.
(qué va de Circe cide, pero no es nadie)

Todos me vais haciendo, grieta a grieta.

Y yo sigo regalando mis trocitos
sin saber si me dejo convencer,
me lanzo a brincar por lo infinito
aunque sé que me vuelvo a romper.

Y yo sigo regalando mis trocitos,
hasta que no haya nada que ver.
Que si miro cada vez son más chiquitos,
voy estirando el momento al parecer.

Al final todos os convertís en versos,
versos que escupo en tinta sobre el papel,
que se encargan de sacaros fuera con cierta prisa,
como seguro de vida, para no enloquecer. 




enero 2013/abril 2016

lunes, 4 de abril de 2016

Líneas





Puedo dibujar la línea de tu boca, 
con los ojos cerrados seguir sus trazos.
Tu media sonrisa, perdida en tus brazos,
me mira en silencio, reniega y derrocha.

Puedo dibujar la línea de tu boca,
la sombra que encierra tu sonrisa oscura.
Cubrir mis anhelos con esta locura
de arrullo y suspiro que a la nada invoca.

Puedo dibujar la línea de tu boca
caer en el precipicio de tu cuello
perder el sentido de lo que estoy viendo.

Que tal vez la vida nos esté mintiendo
y avanzamos dando tumbos sin resuello
cuando es tan fácil dibujar tu boca.



3 abril 2016

lunes, 14 de marzo de 2016

La misma piedra





Yo soy nula buscadora, eso es sabido.
Me deleito en cada trozo de destierro,
como si fuera un regalo de hiel desmedido
que te llena la boca de cenizas y viento.

Busco entre rostros y ojos escondidos
la respuesta simple que nunca llega.
Busco en el espejo liso de mi alma en vilo
que, aterrada e inconsciente, se desvela.

Y reincido, para así seguir errando,
para mantener inquietas las grietas,
por si otros luego vienen llamando
que sepan que aquí no hay tretas.

Quisiera soltar mi lastre reticente,
aprender a medir las emociones.
Que mi búsqueda se vuelva intransigente
y no acabe perdida entre renglones.

Reincido, para abrir viejas heridas,
por si acaso no sufrí ya suficiente
de estas resacas que resultan tan dañinas,
de esa constante que repito intermitente.




11 ene 2016/14 mar 2016