domingo, 22 de noviembre de 2020


Pico de la Pinareja,
 25 años y tres días después de escribir el poema.



Quiero ver ese horizonte,
un horizonte real que 
me invite a tocarle.

Pero extiendo mi mano
y no puedo alcanzarle,
porque tal vez sea real o imaginario.

Un horizonte que se funda en la tierra
no una mezcla de azules,
no colinas negras.

Quiero un horizonte que se pierda
y me invite a hacerlo.

Quiero un horizonte eterno,
el que siempre se pierde en el tiempo.

No el horizonte de la vida y la muerte
no el horizonte del amor y el odio.

Quiero un horizonte real
que me invite a fundirme 
en toda su eternidad.



19-Noviembre-1995


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