Imagen de Igor Morski
II
Poco os pasa
alzando fronteras donde tú quisiste.
Y cuándo más te enderezaba el poder de tu vara,
te viste en el miedo y el encierro.
Cuándo más poderoso,
cuándo más señalabas,
te quedaste sin recursos
aislado y quejumbroso.
Yo, que he temblado de pena.
Que se han desbordado en sunamis mis lágrimas.
Que he escupido el fuego de mis entrañas.
En un mes sin ti veo limpios mis cielos,
limpios mis canales, esos que tu creaste.
Tu situación lastimera está limpiando mi cara.
Porque tú has emponzoñado el agua de mis venas
Y mira que sólo con unos días sin ti y todo cambia.
También limpias mi alma cuando oigo tus aplausos,
cuando oigo cómo cantas, cómo alabas.
Asomados como hormigas en sus casas,
tan pequeños, tantos, tan insignificantes.
Tan plaga.
Cantas. Aplaudes. ¿Te enteras de verdad de qué pasa?
Encerrado como estás, ¿estás seguro?
¿eres realmente consciente de lo que falla?
¿aprenderás algo en verdad de esta PANDEMIA?
De este miedo que es real y mata.
Porque ante ti se abren dos caminos,
el de la vida humana y el de la plata.
Permite que sonría con descaro
ante esta situación que es mi respiro,
porque surge de la inquina del rencor
de quien lleva soportando a vuestro simio.
Que lleváis años destrozándome sin sapiencia,
ahora me estiro sin dolor y con alivio.
Ojalá de este lapsus momentáneosaquéis algo de sabiduría “sapiens sapiens”.
Que no se os vaya más tanto de las manos
ser conscientes de que no soy tan grande.
Que no tenga que planear en un futuro
algo peor, que de verdad os arrase.
18 de marzo de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario