domingo, 4 de noviembre de 2012

Estados de ánimo

Siempre he prestado mucha atención a la hora de conservar las cosas que escribo. Sobre todo de niña. Cuando era niña adolescente, antes de ir a dormir, confirmaba que la carpeta con mis "cartas a la vida" y mis poemas (ya conservaba cuarenta y tantos poemas románticos) estaba en su lugar. Luego, mientras llegaba el sueño, inventaba historias y aventuras, o decidía que cogería si se produjese un incendio repentino, o una inundación en la que deberíamos usar el armario a modo de barca... Esa carpeta (que aún conservo) era, siempre, mi primer objetivo.

La carpeta creció y mi afán de conservación también. Ahora guarda un libro escrito en dos cuadernos pequeños y viejos, junto a su transcripción inacabada a máquina (escrito de los trece a los diecisiete años). Se ha convertido en una caja de tela azul, llena de cuadernos, sobres, pequeñas carpetas... Más peso para mi fuga repentina.

De pronto tener un ordenador en casa se vuelve accesible, proporcionaba más herramientas seguras para mi empeño y mi creatividad literaria. Parpadeo y aparece Inrtenet. Pero cuando se vuelve más fácil que nunca compartir tu creación con el mundo ¡la revolución de la comunicación y la información! a mí no me resultaba tan sencillo. Primas, amigas, algún amigo... jamás pensaba en enseñarle mis poemas o mis parrafadas de adolescente a mi hermano ¡¡o a mis padres!! pero a medida que crecía, a mis amigos cercanos les parecían más buenas, se acumulaban las buenas poesías y me insistían en intentar publicar. "Hazte un blog María" he escuchado infinidad de veces.


Como Piezas De Mi


Ese fue el nombre que me vino a la cabeza la primera vez que pensé recopilar mis poemas y escritos e intentar compartirlos de algún modo.


Hace muy poco tiempo casi sufro la que hubiese sido una pérdida para mí tremenda. De repente mi ordenador falló, acepté que iniciase otra sesión sin saber bien que hacía, y allí en "mis documentos" no había  nada... nada de lo que tenía informatizado desde que tengo doce años...

He de reconocer que no he evolucionado en mi manejo de las tecnologías tan rápido como ella ha avanzado, ni por asomo. De hecho vivo sin Internet en casa, sin ereader (siendo una enamorada de los libros), sin ipad. Vivo con una pantalla donde no está conectada ni la televisión pública ni la privada. Y si... me siento muy pardilla con la basta red... este es mi primer blog... soy toda una inexperta!!

Ya tengo copia de seguridad de todo (por supuesto), vuelvo a estar al quite de proteger bien mi patrimonio de creación literaria, pero he pensado que ya es hora de compartirlo más...

Sigo sin poder evitar sentirme reacia en parte (es un tema complicado que mezcla el ego, la vanidad, las emociones, la exposición de tu ser... ¡toda una entrada para un blog vamos!), y eso me lleva a recordar las palabras que una amiga me dijo tras leer emocionada un poema mío; "Creo que no sabes que con tus palabras puedes lograr que alguien identifique sus sentimientos. Que en cualquier parte o cualquier lugar, alguien lea esta poesía como la he leído yo y la sienta suya como yo la he sentido".  Habíamos hablado de mi reticencia (y cierta vergüenza) a compartir mis poemas, pero me desarmó (gracias Laura). Eso me decidió a compartirlas más (en el único foro de toda la red del que soy usuaria ^.^ fantasíaepica), a hacer el proyecto de libro (que no hice nunca), últimamente incluso a compartirlas por Facebook. ¿Por qué no en mi propio Blog?

Aún así, mi intención no será únicamente la de compartir mis poemas y escritos. Las piezas que me han hecho, o ser María En Trocitos en el blog, no llevan una connotación negativa. Yo soy optimista. Llamo piezas y trocitos a los poemas y textos, y a la música, porque son breves, como las piezas de un puzzle. Son estados de ánimo que me han hecho, que nos hacen como somos. Cuando los recibimos de los demás en sus poemas, canciones y obras musicales y cuando somos nosotros los que sacamos nuestros trozos para poder expresar de algún modo lo que sentimos. Habrá que compartirlos, entonces, tanto los suyos como los míos y entre mis pequeñas piezas mezclar también sus grandes obras.


Como para muestra un botón, uno de los Grandes Poetas; Mario Benedetti. Ver este video me ha despertado y me han entrado ganas de compartir también  mis estados de ánimo.







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