domingo, 4 de noviembre de 2012

Noches en mi tejado





Cazando,
acechando me veo, incomprensible, un amanecer.
Yo que persigo la noche
hoy parece que quiero crecer.

Cazando,
viendo acercarse a mi presa
esa que no se deja oler,
que a la pupila avisa,
que desinteresa
sin dejarse entretener.

No. ¿Qué espero de mi caza?
¿Qué es lo que quiero ver?
La pupila se dilata
y ahora puedo enloquecer,
ahora vuelvo a ser ingrata
a ver qué quiero entender.

Estar…
No esperaba ver con mis ojos su luz,
se fue la noche y sé que sólo quedas tú.
Invitas al saber y me das locura
que tienes el poder de ir a trasluz.

Dame cuadros sin pintar,
dame un aliento.
Déjame esta vez ganar,
si no llego a ti, lo intento.

Cuánto puedo ser capaz de saltar si al fin
se pudiera registrar cuanto queda aquí.
Llenas tú la luz, alba, vienes por mi…
Quiera yo saltar, volar, sobrevivir.

Y ante mí creces, detengo el tiempo,
el salir del sol, este momento.
Quiera ser si no como un lamento,
cuéntame si quieres otro cuento
tú, que esto, me lo invento.
Y es que es tan violento
ser un simple circunspecto.

Dame luz, lo que no me das, respiro.
Déjame al menos tener un testigo
Que quiero escribir todo lo que digo
Sin suprimir lágrimas de abrigo

Y con luz… mira, si atino.





....




p.d. si tuviese internet en casa seguramente no hubiese subido al tejado...


(escrito el 4 de mayo de 2009)


No hay comentarios:

Publicar un comentario