lunes, 5 de noviembre de 2012

Soneto de colecconista

Colecciono de tí primeros planos,
de tu perfil inclinado, tus ojos,
que el hueco de tu cuello es un antojo,
tus labios y la línea de tus manos.

Los retengo engordando mi tesoro,
evocándolos sin tarea alguna,
como avaro que amasa su fortuna,
que a un centímetro de tu boca hay oro.

Así al cerrar los ojos; tu mirada.
Así como en la noche está la luna,
así veo mi vida regalada.

Que son primeros planos de tu esencia,
divina mi memoria almacenada,
aliento en los momentos de tu ausencia.



(11-07-2012)

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